El pasado viernes algunos de los asociados quisieron, de forma espontánea, aprovechar el maravilloso día de sol, para caminar con sus camisetas de “Custodia Compartida” mientras que repartían octavillas e informaban a los transeúntes.
Parece mentira el grado de desconocimiento que existe al respecto de todo lo que nos rodea. La gente se sorprende, y como razonaba con el asociado David Olmo: “¿cómo van a renunciar a una denuncia falsa, cuando la sociedad te empuja a hacerlo y además todo son ventajas: casa, hij@s, paga, pensión..? Es como tratar de pensar que una persona que se encuentre un billete de 500€ en la calle lo lleve a una comisaría de policía diciendo que se lo ha encontrado. Hay que tener una cara de moralidad tremenda para hacerlo”.
La culpa, directa ya no es tanto de la mujer que abusa de la Ley, poniendo una denuncia falsa, sino de todo el sistema que te anima a hacerlo, con esas sustanciales ofertas de reclamo, que lejos de atraer a las verdaderas víctimas de la violencia atrae a todas las personas desesperadas económicamente y trápalas (cada vez de cualquier clase social).
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